MANITAS DE PIES IZQUIERDOS

-Bueno, lo sabe todo el mundo, el que me conoce un poquito, que soy patosa, patosa, patosa, patosa, patosa hasta el punto de poner en peligro mi vida o mi integridad física, también soy muy exagerada.

-Si, vale, pero me puede explicar lo del ojo?

-Verá, muy sencillo ha sido cepillandome los dientes, en un impulso de estos fuerte de arriba abajo, me he metido en cepillo en el ojo y la pasta de dientes se ha encargado del resto. Me lo lavé enseguida pero...el mal estaba hecho.

-Continúe con el testimonio.

-Lo está apuntando todo? Bien, pues eso...más... mis guantes, mis guantes favoritos, solo tengo un par, antes tenía unos de lana pero les salieron pelotillas... ya no hacen las cosas como antes...duran poco, mi madre tiene en un cajón guantes de cuando tenía mi edad, todos colacaditos uno enciama del otro...

-Me iba hablar de sus guantes favoritos...hay más gente esperando, no es usted la única.

-Venimos todos a lo mismo eee, menuda se ha formao. Si, mis guantes favoritos...decicí comprarme unos guantes de señorita...mmm...de que material serían?, bueno de que piel...ya sabe tipo...piel suave... con un lacito... negros, monísimos. El caso es que los pobres acabaron sus días de la forma más asquerosa, unos guantes tan finos, tan elegantes... divinos. Iba con prisa, a comisaría, para hacerme el pasaporte, y mi pareja había dejado unas bolsas para reciclar en la puerta de casa, las cogí todas, papel, plástico, vidrio ... es que recicla todo sabe?

Bueno que me lío, el tema es que después de tirar el vidrio, crucé la calle donde están los contenedores de papel y plástico, me quité los guantes y como en la bolsa, esa era de mi cosecha, estaba todo mezclado fui sacando una por una todas las cosas y echandolas en el contenedor correspondiente, cuando terminé y fui a ponerme de nuevo los guantes, no los encontré, mire al fondo del contenedor de plástico y allí estaban, al fondo, sepultados por kilos de ponzoña...ufff... que faena...no se me ocurrió otra cosa que ir a casa a por el palo de las cortinas e intentar sacarlos, pero cuando llegué otros, como mi pareja, ciudadanos ejemplares, habían volcado sobre mis guantes otro tanto de lo mismo...me quedé sin ellos, sin mis querídos guantes de señorita.En fin... otro ejemplo más... necesita más pruebas...

- Bueno señora pues no sé... esto no demuestra nada... creo que lo suyo es más despiste...

- Si bueno, también...más de una vez me he echado en los sobacos laca pensando que era desodorante y gel de ducha creyendo que era pasta de dientes...despiste si, pero mis manos...

- Podemos alegar despiste o manos de mantequillas o...

- Otra vez choqué contra un escaparate al ir a mirar unas gafas que me gustaron, las personas que estaban dentro del comercio se rieron con ganas...

- Por lo menos las hizo pasar un buen rato...

-Si a esos si, a los que no les hizo mucha gracias fue a los que estornude en el cristal, sin querer, estaba acatarrada...y me acerque demasiado y coincidió que...un asco...otro asco fue un día que quise comprar un gel de ducha de "aromaterapia" abrí el bote y al ir a olerlo apreté demasiado y lo esnifé...me llego hasta el estomago...

-Si...en fin Señora... yo...no sé que decirla...no me parecen motivos suficientes para condenarla...

-Pero es que no ha oído hablar nunca del efecto mariposa o en cadena o...

-Si pero de ahí a pensar que el fin del mundo lo causó usted con tanta...mala pata...

-Ya pero yo asumo mi culpa y mi condena... además la cosa no acaba ahí...y a mí me han puesto en esta fila y me han preguntado si tengo algo que me comprometa...

- Vale ya he tenido suficiente, no se puede juzgar a nadie por tener "manitas de pies izquierdos" ya se lo he dicho y dejelo estar por favor, hay muchos testigos y sospechoso... yo la exculpo puede ir en paz.